Este es el primer artículo que escribo desde hace mucho tiempo y considero que empezarlo con mi participación en las Jornadas «La Música en el siglo XXI, Declaración de Santiago de Compostela, 2018.»es muy adecuado.
Estas jornadas tuvieron lugar el pasado 12 de mayo en Santiago de Compostela y reunieron a personas de todos los ámbitos relacionados con la música y sobre todo en lo referente a la educación musical a todos los niveles.
A pesar de ser un evento de muy corta duración, solo un día, el simple contacto entre profesionales de ámbitos distintos relacionados con la música, permitió observar el estado de la educación musical y de la práctica musical en España.
En la declaración final, firmada por todos los ponentes y participantes que desearon ratificarla aparecen doce puntos, en los que se resumen el análisis realizado por todos y las aportaciones de cada uno, para una posible mejora de la situación musical en nuestro país. Una situación bastante empeorada en los últimos años, quizás por la crisis o la falta de acuerdos en todos los ámbitos musicales, desde la política, los diferentes estamentos de la educación musical, hasta los propios músicos.
Os presento un resumen muy breve de los doce puntos y podéis encontrar en el enlace la declaración completa.
- Al albor de los descubrimientos científicos relacionados con la música tenemos que considerar que el acceso a la educación musical de calidad debe ser un derecho de todos los Españoles.
- Se apela a los políticos para la reincorporación en el currículum de la materia de Música con carácter obligatorio y con un mínimo de dos horas semanales en Educación Primaria y a lo largo de toda la Educación Secundaria Obligatoria.
- Una educación de calidad requiere de un profesorado cualificado y para esto es necesario que España alcance los estándares Europeos en la formación de dicho profesorado en todos los niveles y ámbitos.
- Debemos analizar la posible aplicación de la música en nuevos campos de intervención terapéutica y la formación de los profesionales que la van a realizar.
- Es necesario reconocer las agrupaciones vocales e instrumentales en nuestro país en su verdadera dimensión a partir de asociaciones y federaciones para que puedan existir y desarrollar adecuadamente su función.
- Hay que reconocer el valor de las bandas como portadoras de tradición, pero también con un valor artístico y pedagógico semejante a otras muchas formaciones musicales de gran relevancia como las orquestas.
- Hay que mejorar las condiciones laborales en las formaciones instrumentales y también las condiciones laborales de los músicos en general para que estos puedan desempeñar su profesión dignamente.
- Se debe fomentar que las programaciones de las bandas y de las orquestas sean equiparables, pues ambas tienen una gran importancia y tradición en nuestro país.
- Compostela debe consolidar su banda para que se escuche en el camino.
- Los músicos profesionales deben apostar desde el inicio por una formación no sólo técnica y artística, sino por una educación musical orientada también hacia la consecución de un adecuado control mental y físico, antes y durante la performance.
- Se deben crear espacios de intercambio de asociaciones e instituciones que permitan mejorar y avanzar en todos los aspectos musicales y generen actividades para la expansión del fenómeno musical, convirtiéndolo en accesible a todas las personas.
- Debemos garantizar la investigación en todos los ámbitos de la Música, respaldando desde las Universidades Programas de Doctorado de calidad y financiando proyectos de investigación que apuesten por la innovación y el avance social a través de la música en sus diversas manifestaciones.
Es cierto que en este resumen hay algo de interpretación personal a la propia declaración, ya que esta se centra especialmente en la Banda Municipal de Santiago, de la cual se celebraban los 170 años. Sin embargo me gustaría pensar que esta declaración, en su forma más abstracta y desprovista de cualquier idea o color político pudiera servir como punto de partida para trabajar en la mejora de la situación de la música. La música es ante todo un lenguaje para la comunicación, el disfrute y la relación en igualdad de todos los seres humanos a través de las emociones. Por esto la música es patrimonio de la humanidad.
La Música en el siglo XXI, Declaración de Santiago de Compostela, 2018.
Podeis leer la declaración al completo en el siguiente link: