Este es el primer artículo de una serie que haremos sobre la relación y ventajas de la práctica de determinadas técnicas, venidas principalmente de oriente, como el yoga, o el tai-chi en su aplicación a la gestión de la ansiedad escénica en la interpretación musical. En este caso nos centraremos en la relación entre el yoga y la ansiedad escénica en la interpretación musical.
Es evidente que, la clave para una buena interpretación en público, además de un correcto trabajo en casa, es una concentración absoluta en la actividad que se va a realizar y en cada movimiento conducente a la misma. Una pregunta nos surge entonces:
¿Puede la práctica del yoga mejorar la ansiedad escénica en la interpretación musical?
La práctica del yoga es, en si misma, beneficiosa para la salud tanto mental como física de las personas que la practican. Es importante partir de esta visión global y no tratar de verla como un mecanismo exclusivamente al servicio de un logro concreto, como puede ser mejorar el aspecto de la ansiedad escénica en la interpretación musical, pues estaríamos incurriendo en un error. Para mejorar un aspecto concreto es necesario tener una visión y un tratamiento global del ser humano. ¿Acaso no es necesario para tratar el dolor en un músculo en muchas ocasiones tratar otras zonas u órganos del cuerpo?. Esta es la ventaja de técnicas como el yoga, que parten de la mejora integral del ser humano.
[ctt template=»2″ link=»d669p» via=»no» ]La práctica del yoga es beneficiosa en la actividad musical y para mejorar en el apartado de la ansiedad escénica en la interpretación musical[/ctt]
De echo, son muchos los músicos que han practicado yoga a lo largo de sus carreras musicales. Quizás uno de los más conocidos es el gran violinista Yehudi Menuhin, quien fue discípulo del gran B.K.S. Iyengar. El propio Menuhin realiza una presentación en el libro “La luz del Yoga”, publicada por el gran maestro Iyengar, de una belleza y profundidad que nos permite apreciar la relación intrínseca entre las dos disciplinas, música y yoga.
Principales virtudes del Yoga aplicables a la práctica musical
El gran Yehudi Mnuhin nos presenta unas relaciones que nos permiten comprender claramente la influencia que el Yoga puede tener en nuestra práctica musical:
- El desarrollo de la crítica y comparación, tan necesaria para evaluar nuestras interpretaciones, parte del alineamiento de nuestras dos mitades que se puede hacer con la práctica del yoga.
- La fuerza de voluntad, ímpetu o tenacidad necesaria para avanzar en el trabajo del instrumento se fundamenta en el desafío continuo de los límites del cuerpo.
- El aplomo que se logra al controlar el equilibrio corporal nos permite alcanzar la serenidad necesaria para la interpretación en público y el trabajo personal.
- La calma, tan necesaria en el momento de realizar una interpretación ante el público se obtiene mediante el trabajo de la respiración, tan importante en la práctica del yoga.
Además de estas aplicaciones, quizás menos concretas, no olvidaremos las mejoras físicas obtenidas mediante la práctica de las asanas en un elemento, tan delicado para los músicos, como es la parte superior del tronco, en la cual se suelen focalizar la mayor parte de los problemas físicos desarrollados durante la carrera musical.
En próximos artículos hablaremos de la mejora de la ansiedad escénica en la interpretación musical a partir de la práctica del Yoga.
«La práctica del Yoga despierta un sentido fundamental de la medida y la proporción. Reducidos los hombres a nuestro propio cuerpo-nuestro primer instrumento-debemos aprender a ejercitarlo sacando de él la máxima resonancia y armonía.» Yehudi Menuhin